Hace 5 años por cada lote de trigo o maíz se sembraron 4,4 lotes de soja. El año pasado bajó a 2,1 hectáreas de soja por cada una de gramínea. Pero por primera vez, en más de 10 años, la relación pasa a 1,75.
El nuevo ciclo agrícola 2019-2020 marcará un nuevo récord de rotaciones de cultivos y más lejos de la soja ya que por primera vez, en más de 10 años, la relación pasa 1,75 hectáreas de la oleaginosa por una de gramínea, por los aumentos que se estiman de trigo y maíz para esta campaña.
Los datos corresponden a un informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) sobre la región núcleo que comprende parte de Santa Fe, norte de Buenos Aires y sur de Córdoba.
“Cambia el paisaje de la región y el cambio es drástico. Hace 5 años, en la campaña 2014-2015, por cada lote de trigo o maíz se sembraron 4,4 lotes de soja. El año pasado bajó a 2,1 hectáreas de soja por cada una de gramínea (trigo o maíz). Pero por primera vez, en más de 10 años, la relación pasa a 1,75 por los aumentos que se estiman de trigo y maíz para esta campaña 2019-2020”, dice el reporte.
Agrega que la tendencia de subir en un 10% la siembra de maíz temprano respecto al año pasado cada semana es más firme y que “si se logra sembrar todo el trigo que se intenciona, la zona núcleo sumaría más de 250 mil hectáreas con gramíneas en este año”.
“Esto es muy importante: volver a rotar el suelo es la práctica más eficiente para producir en forma sustentable y ponerle trabas a los excesos hídricos”, manifestaron los autores del reporte.
Los especialistas señalaron que “aparte de la ventaja que tienen las rotaciones para el manejo del lote, como el control de malezas o evitar el desarrollo de enfermedades entre otras, es una práctica muy favorable para la región en contextos de años lluviosos”.
“Incrementar las hectáreas con trigo y maíz baja el escurrimiento del agua al aumentar la cantidad de rastrojos que queda en el campo. Y cómo también necesitan más milímetros para su crecimiento, funcionan como bombas de extracción de agua, bajando las napas de la región”, estimaron.
Trigo
Aunque esta semana se logró un gran avance en la siembra de trigo, alcanzando el 27% del total a implantar en la región núcleo, los excesos hídricos ponen en jaque el progreso.
El centro sur santafesino lleva implantado un 35% del área, cuando el año pasado, en esta misma fecha, ya se había sembrado la mitad de los lotes estimados.
Si bien los registros de precipitaciones durante esta semana fueron menores a los 10 mm, la alta humedad ambiental impide que los suelos se oreen.
La ventana de siembra para los ciclos largos de trigo se achica y, aunque no hay intenciones de bajar la intención de siembra, ya muchos productores buscan semilla de ciclos cortos: “Pero la disponibilidad de semillas podría poner límites a la siembra triguera”, dijeron en GEA.